Con ocho oscuras canciones, el nuevo disco de la banda británica de heavy metal Black Sabbath, bautizado como 13, es el primero en 34 años con el vocalista Ozzy Osbourne a la cabeza.
Este martes llega a las tiendas el nuevo trabajo de la banda de Birmingham (este de Inglaterra),fundada en 1968 y cuya música supuso un antes y un después en la historia del rock en general y el heavy metal en particular. Con un éxito cultivado entre el público y no tanto entre la crítica en un primer momento, un año después de editar su octavo trabajo, Never Say Die (1978), Osbourne dejaba obligado Black Sabbath debido a sus adicciones al alcohol y las drogas, para ser reemplazado por el vocalista estadounidense Ronnie James Dio, fallecido en 2010.
No fue hasta 1997 cuando la formación original escenificó su reconciliación con una serie de conciertos y un disco en vivo, Reunion, aunque fue en 2011 cuando los rockeros ingleses anunciaron a bombo y platillo un nuevo disco de estudio a las órdenes del productor norteamericano Rick Rubin.
Los Ángeles fue la ciudad en la que se grabaron en 2012 quince canciones, de las que sólo ocho superaron el corte final, si bien la edición de lujo de 13 incorpora tres canciones más (Methademic, Peace of Mind y Pariah).